enero 18, 2010

Soliloquios eternos

No me gusta escuchar... la voz murmullante, baja, casi sin sonido que sale de mis dientes
no quiero que te vallas acostumbrar
no me gusta en la bocina, ni cuando grito que es nunca pero lo se
Y a pesar de eso, no quiero tampoco cambiar de opinion


No me gusta aqui, ni donde vivo
No entrar por donde mismo
no tanto hablar y confesar que me gusta mas que digan ella calla mas de lo que habla
no uraña, muda, sin ojos, sin tu lengua sazonante.