Tu inmensa humanidad contenida en ese templo
que solia mirar a mi derecha...que contempló
una vez mi conciencia y tu lejano cinturon.
De tus ojos sin poder arrancar
las hojas escritas, de tu reflejo solar
de tu espalda escudada y tus manos marcadas
de tu estupida. bondad. aun no pagada.
De mi ventana y su vacío. seco.
de mis fotografias y mi cara. mojada.
De mi vela que intenta quedarse
pero va de prisa por acabar
y poder no ser mas luz, ser solo cer.a
De todo eso soy, a veces...